Al principio, explicamos el contexto histórico-religioso en que se escribió el Kempis. Después se hace lectura de los capítulos de 13 al 16, en ellos Kempis nos aconseja afrontar la tentación con paciencia, humildad y oración, nos hace ver que juzgamos a los demás cuando Dios no es nuestro fin último. Nos advierte que las obras de caridad no son tales si en ellas no se busca sólo la gloria de Dios. Por último como manejarnos ante el sufrimiento que nos causan los defectos de los demás, que a parte de que los demás cargan con los nuestros, Dios, en su divina providencia saca provecho adiestrándonos en nuestra probación y paciencia.