EL SACRIFICIO EN EL MONTE CARMELO:
Elías rehízo el altar del Señor que había sido destruido y, al llegar la hora del sacrificio vespertino, invocó al Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel. Entonces cayó el fuego del Señor y devoró el holocausto y la leña, las piedras y la tierra. Todo el pueblo, al verlo, cayó rostro en tierra y exclamó: “¡El Señor es el verdadero Dios!”. Elías dio muerte a los profetas de Baal y, después de esto, Elías oró al Señor y el Señor hizo llover de nuevo sobre la tierra.