Continuamos, en este programa, con el comentario a la meditación del 25 de julio de 1936, titulada “Hora de Vísperas”, y que no pudimos comentar la semana anterior. Dice el Hno. Rafael que la hora de vísperas es hora de paz y de esperanza, en que el alma descansa y se alegra de haber servido a Dios un día más. El P. Sebastián explica, en esta ocasión, el reparto del día en cuanto a las oraciones y trabajos dentro de La Trapa. Destaca, el Hno. Rafael, la importancia de los cantos y del rezo del Magnificat, pero además nos habla de la comparativa entre la últimos rezos del día, con los últimos días de nuestra vida, la muerte, que es el encuentro definitivo con el Señor.
Terminamos el programa con la oración acostumbrada, en este programa será con la titulada “Que consuelo tan grande es tener a la Virgen”.