Seguimos con el comentario que hacíamos de la carta del 15 de diciembre de 1935, dirigida a su tía María. Continuamos con el comentario sobre la lucha que tenía Rafael por tener que volver a la tarea del día día después de la comunión, y eso es faltar a la caridad, porque buscar el silencio de los demás, para que no me inoportunen en mi vida interior con sus ruidos, es falta de amor.
Sigue dando ánimos a su tía diciéndole que como templos del Espíritu Santo que somos, llevamos a Dios dentro, y somos como capillitas que tenemos que reparar y mantener. Hay una cosa que destacar de esta carta, la importancia de recibir al Señor. en la Eucaristía. Tenemos que recibir ese alimento para poder perseverar, y hagámoslo con cuidado y sin prisas. Valoremos la Comunión en todo lo que es.
Terminamos el programa con la oración “Delante del Sagrario” del propio Hno. Rafael.