Continuamos con el comentario de la meditación que leíamos en la semana pasada del 1 de agosto de 1936 y titulada “Qué grande es la misericordia de Dios”. El Hno. Rafael nos habla de los rezos de Maitines, que los monjes realizan de noche, a las dos de la madrugada, en una alabanza continua a Dios que le espera en el Sagrario. Durante siete veces al día, el monje se acerca al Sagrario para alabar a Dios y rezar a La Virgen, nuestra gran intercesora.
En la segunda parte comenzamos la meditación del 2 de agosto de 1936 titulada “España está en Guerra”. Las noticias que llegan al monasterio son de graves acontecimientos en España. Los hombres se matan unos a otros, pero en el monasterio unos hombres se ofrecen por el fin de la guerra. Nada pasa más allá de lo que Dios permita. ¿Habrá mártires? Quizás le hacen falta a España testigos del amor a Dios en una España que ha perdido la fe y la moralidad. Cuando el hombre pierde la idea de Dios, pierde la idea del otro como mi hermano.
Terminamos con la oración del Hno. Rafael titulada “Espérame, Virgen María”