Comenzamos hoy la lectura de la carta del 6 de diciembre de 1935, enviada a su tío Leopoldo, al que llama hermano Bernardo. En el comienzo de esta carta es interesante el párrafo en el que dice que la alegría del vivir para el trapense consiste en la esperanza cierta del morir. Toda nuestra ciencia consiste en esperar, se es feliz esperando y ofreciendo nuestras pequeñas o grandes cruces. Preciosa carta de la que vamos a hacer, en esta segunda parte, algunos comentarios. El tema clave es, como ya decíamos, el tema de la muerte, y más en esta época en que los hombres ya no se plantea la muerte, y cuando llega, es cuando nos planteamos si habrá algo después, por eso el planteamiento que hace el Hno. Rafael de que se es feliz esperando el encuentro con Dios y con su Santa Madre es algo que todos deberíamos tener muy presente. El pensar que somos extranjeros en la Tierra debería ser pura alegría, porque esta etapa en este mundo es una prueba.