1.) Lunes III de Cuaresma;
2.) Lecturas: 2 R 5, 1-15a (Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el Sirio); Sal 41, 2-3 y 42, 3-4 (Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios?);
3.) Evangelio: Lc 4, 24-30 «Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado sólo a los judíos»
Eliseo
AMASÍAS Y AZARÍAS EN JUDÁ. JEROBOAM II Y ZACARÍAS EN ISRAEL:
Tras la muerte de Eliseo, el autor sagrado continúa ocupándose paralelamente de los reyes de Israel y de Judá hasta la caída de Samaría en el año 722. Con Jeroboam II y Zacarías, reyes de Israel, termina el periodo de la historia de Israel marcado por el gobierno de la dinastía de Jehú (años 842-747 a.C.). Fueron tiempos prósperos para Israel, especialmente bajo el reinado de Jeroboam II. Los reyes de Judá entretanto, aunque inferiores en fuerza, representan la esperanza de futuro por ser los descendientes de David.
JOACAZ Y JOÁS, REYES DE ISRAEL. MUERTE DE ELISEO:
Entre los reyes del reino del Norte, Jehú fue el defensor del culto al Señor y el destructor del culto a Baal. Por eso Dios le prometió que su dinastía tendría continuidad por cuatro generaciones. Esa promesa comienza a cumplirse con los reinados de Joacaz y Joás. Estos reyes, aunque reprobables para el autor sagrado como todos los reyes del Norte, practican el culto al Señor, Dios de Israel, y consultan a su profeta Eliseo, quien, antes de morir, anuncia la victoria sobre Siria, y sus palabras se cumplen exactamente tras su muerte.
DINASTÍA DE JEHÚ EN ISRAEL:
El profeta Eliseo envía a uno de sus discípulos a Ramot-Galaad para ungir a Jehú, en nombre el Señor, como rey de Israel, cumpliendo así la orden que Dios había dado a su maestro Elías. El Señor anuncia la muerte de toda la casa de Ajab. Jehú, una vez ungido rey de Israel, se conjura contra el rey Joram que había vuelto a Yizreel para curarse de las heridas que le habían causado los sirios cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Joram, rey de Israel y Ocozías, rey de Judá van al encuentro de Jehú y Jehú acaba con la vida de ambos. Después Jehú acaba también con la vida de Jezabel.
1.) LUNES III de Cuaresma;
2.) Lecturas: 2 R 5, 1-15a; Sal 41, 2.3 y 42, 3-4;
3.) Evangelio: Lc 4, 24-30 «Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos»
MUERTE DE BEN-HADAD, REY DE SIRIA Y REINADO DE JAZAEL:
Eliseo anuncia siete años de hambre en Israel y le dice a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, que emigre al país de los filisteos con su familia y no regrese hasta que acabe la hambruna. Por otra parte, el rey de Siria envía a Jazael, uno de su familia, a preguntar a Eliseo si sanará de su enfermedad. Eliseo le dice a Jazael que sí sanará de esa enfermedad pero que morirá y, al día siguiente, Jazael le asesina reinando en su lugar. El autor sagrado interrumpe la historia de Eliseo y retorna a la de los reyes de Judá que había dejado en I Reyes 22,41-51. Primero sube al trono del rey Joram y más tarde Ocozías. Ambos reyes fueron los causantes de que Judá volviera a practicar de nuevo la idolatría y el sincretismo religioso, pero, a pesar de todo, siguen siendo el eslabón que lleva adelante la sucesión davídica.
DERROTA DEL EJÉRCITO SIRIO:
Ben-Hadad, rey de Siria, reúne a todo su ejército y sube a sitiar Samaría. Debido a la falta de provisiones, los precios se disparan y la población muere de hambre. Joram, rey de Israel, culpa a Eliseo de todo lo ocurrido y quiere matarle, pero Eliseo anuncia que al día siguiente los precios bajarán y que se acabará el hambre. Al día siguiente, el ejército sirio escucha el ruido de carros, de caballos y de un gran ejército y huye dejando todas sus pertenencias en el campamento, por lo que efectivamente se cumple la palabra del profeta Eliseo.
TODAVÍA MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Eliseo continúa haciendo milagros. En este programa veremos cómo recupera un hacha del rio Jordán arrojando un palo y haciendo que flote el hacha. Israel y Siria continúan con su guerra. Eliseo no sólo predice las victorias y derrotas, como era habitual en los profetas, sino que da muestras de poseer un conocimiento sobrehumano tanto de los planes de los hombres como de los del mismo Dios.
MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos ahora con la narración de una serie de milagros y profecías realizados por Eliseo. Tanto los milagros como las profecías traspasan el ámbito de Israel y de los israelitas, mostrando así que el Dios de Israel es el único y verdadero Dios, Señor de todos los pueblos. Hoy veremos cómo Eliseo socorre a una viuda y a su familia de su acreedor que está a punto de llevarse a sus hijos como esclavos; y cómo recompensa la hospitalidad de un matrimonio de Sunem que le hospeda en su casa.
ELISEO SUCESOR DE ELÍAS:
Eliseo, como sucesor de Elías, comienza sus primeros milagros. En Jericó sana las aguas para saciar la sed de sus habitantes y poder regar los campos, acabando así con la esterilidad y muerte que provoca la sequía. Por otra parte, los reyes de Israel y de Judá se unen para luchar contra el rey de Moab. Conducen su ejército por el desierto de Edom para atacar a los moabitas por la espalda, rodeando el Mar Muerto por el sur donde no había agua. Ante la escasez de agua, el rey de Judá acude a Eliseo en busca de ayuda y Eliseo hace brotar agua y anuncia la victoria.
ELÍAS ES ARREBATADO AL CIELO:
Terminada la sección dedicada a los reyes en tiempos de Elías, el relato bíblico se centra ahora en la figura de Eliseo. Elías es arrebatado al cielo y Eliseo recibe dos tercios del espíritu de Elías, porción que corresponde al primogénito, por lo que Eliseo aparece así como el heredero espiritual de Elías, el primogénito espiritual suyo y el continuador de su obra. Su poder y autoridad quedan ampliamente manifiestos en los milagros que realiza.
VOCACIÓN DE ELISEO:
Elías va a Damasco, como el Señor le había indicado, y encuentra a Eliseo que estaba arando. Elías pasó junto a él y le echó el manto por encima, lo que simbólicamente es una invitación a hacerse cargo de la misión profética. Eliseo responde dejando todo y poniéndose al servicio del profeta. A continuación, la Biblia nos narra el ataque del rey de Siria, Ben-Hadad II, a Ajab, rey de Israel. Ajab vence a Ben-Hadad II, pero es castigado por no cumplir la voluntad de Dios.
1.) Lunes III de Cuaresma;
2.) Lecturas: 2 R 5, 1-15a (Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el Sirio); Sal 41, 2-3 y 42, 3-4 (Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios?);
3.) Evangelio: Lc 4, 24-30 «Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado sólo a los judíos»
AMASÍAS Y AZARÍAS EN JUDÁ. JEROBOAM II Y ZACARÍAS EN ISRAEL:
Tras la muerte de Eliseo, el autor sagrado continúa ocupándose paralelamente de los reyes de Israel y de Judá hasta la caída de Samaría en el año 722. Con Jeroboam II y Zacarías, reyes de Israel, termina el periodo de la historia de Israel marcado por el gobierno de la dinastía de Jehú (años 842-747 a.C.). Fueron tiempos prósperos para Israel, especialmente bajo el reinado de Jeroboam II. Los reyes de Judá entretanto, aunque inferiores en fuerza, representan la esperanza de futuro por ser los descendientes de David.
JOACAZ Y JOÁS, REYES DE ISRAEL. MUERTE DE ELISEO:
Entre los reyes del reino del Norte, Jehú fue el defensor del culto al Señor y el destructor del culto a Baal. Por eso Dios le prometió que su dinastía tendría continuidad por cuatro generaciones. Esa promesa comienza a cumplirse con los reinados de Joacaz y Joás. Estos reyes, aunque reprobables para el autor sagrado como todos los reyes del Norte, practican el culto al Señor, Dios de Israel, y consultan a su profeta Eliseo, quien, antes de morir, anuncia la victoria sobre Siria, y sus palabras se cumplen exactamente tras su muerte.
DINASTÍA DE JEHÚ EN ISRAEL:
El profeta Eliseo envía a uno de sus discípulos a Ramot-Galaad para ungir a Jehú, en nombre el Señor, como rey de Israel, cumpliendo así la orden que Dios había dado a su maestro Elías. El Señor anuncia la muerte de toda la casa de Ajab. Jehú, una vez ungido rey de Israel, se conjura contra el rey Joram que había vuelto a Yizreel para curarse de las heridas que le habían causado los sirios cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Joram, rey de Israel y Ocozías, rey de Judá van al encuentro de Jehú y Jehú acaba con la vida de ambos. Después Jehú acaba también con la vida de Jezabel.
1.) LUNES III de Cuaresma;
2.) Lecturas: 2 R 5, 1-15a; Sal 41, 2.3 y 42, 3-4;
3.) Evangelio: Lc 4, 24-30 «Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos»
MUERTE DE BEN-HADAD, REY DE SIRIA Y REINADO DE JAZAEL:
Eliseo anuncia siete años de hambre en Israel y le dice a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, que emigre al país de los filisteos con su familia y no regrese hasta que acabe la hambruna. Por otra parte, el rey de Siria envía a Jazael, uno de su familia, a preguntar a Eliseo si sanará de su enfermedad. Eliseo le dice a Jazael que sí sanará de esa enfermedad pero que morirá y, al día siguiente, Jazael le asesina reinando en su lugar. El autor sagrado interrumpe la historia de Eliseo y retorna a la de los reyes de Judá que había dejado en I Reyes 22,41-51. Primero sube al trono del rey Joram y más tarde Ocozías. Ambos reyes fueron los causantes de que Judá volviera a practicar de nuevo la idolatría y el sincretismo religioso, pero, a pesar de todo, siguen siendo el eslabón que lleva adelante la sucesión davídica.
DERROTA DEL EJÉRCITO SIRIO:
Ben-Hadad, rey de Siria, reúne a todo su ejército y sube a sitiar Samaría. Debido a la falta de provisiones, los precios se disparan y la población muere de hambre. Joram, rey de Israel, culpa a Eliseo de todo lo ocurrido y quiere matarle, pero Eliseo anuncia que al día siguiente los precios bajarán y que se acabará el hambre. Al día siguiente, el ejército sirio escucha el ruido de carros, de caballos y de un gran ejército y huye dejando todas sus pertenencias en el campamento, por lo que efectivamente se cumple la palabra del profeta Eliseo.
TODAVÍA MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Eliseo continúa haciendo milagros. En este programa veremos cómo recupera un hacha del rio Jordán arrojando un palo y haciendo que flote el hacha. Israel y Siria continúan con su guerra. Eliseo no sólo predice las victorias y derrotas, como era habitual en los profetas, sino que da muestras de poseer un conocimiento sobrehumano tanto de los planes de los hombres como de los del mismo Dios.
MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos ahora con la narración de una serie de milagros y profecías realizados por Eliseo. Tanto los milagros como las profecías traspasan el ámbito de Israel y de los israelitas, mostrando así que el Dios de Israel es el único y verdadero Dios, Señor de todos los pueblos. Hoy veremos cómo Eliseo socorre a una viuda y a su familia de su acreedor que está a punto de llevarse a sus hijos como esclavos; y cómo recompensa la hospitalidad de un matrimonio de Sunem que le hospeda en su casa.
ELISEO SUCESOR DE ELÍAS:
Eliseo, como sucesor de Elías, comienza sus primeros milagros. En Jericó sana las aguas para saciar la sed de sus habitantes y poder regar los campos, acabando así con la esterilidad y muerte que provoca la sequía. Por otra parte, los reyes de Israel y de Judá se unen para luchar contra el rey de Moab. Conducen su ejército por el desierto de Edom para atacar a los moabitas por la espalda, rodeando el Mar Muerto por el sur donde no había agua. Ante la escasez de agua, el rey de Judá acude a Eliseo en busca de ayuda y Eliseo hace brotar agua y anuncia la victoria.
ELÍAS ES ARREBATADO AL CIELO:
Terminada la sección dedicada a los reyes en tiempos de Elías, el relato bíblico se centra ahora en la figura de Eliseo. Elías es arrebatado al cielo y Eliseo recibe dos tercios del espíritu de Elías, porción que corresponde al primogénito, por lo que Eliseo aparece así como el heredero espiritual de Elías, el primogénito espiritual suyo y el continuador de su obra. Su poder y autoridad quedan ampliamente manifiestos en los milagros que realiza.
VOCACIÓN DE ELISEO:
Elías va a Damasco, como el Señor le había indicado, y encuentra a Eliseo que estaba arando. Elías pasó junto a él y le echó el manto por encima, lo que simbólicamente es una invitación a hacerse cargo de la misión profética. Eliseo responde dejando todo y poniéndose al servicio del profeta. A continuación, la Biblia nos narra el ataque del rey de Siria, Ben-Hadad II, a Ajab, rey de Israel. Ajab vence a Ben-Hadad II, pero es castigado por no cumplir la voluntad de Dios.