El acompañamiento espiritual es un lugar privilegiado para ayudar a las personas a tener un estilo de vida sano, que combine trabajo, descanso y relaciones. En esas conversaciones pueden hacerse evidentes signos de patología que harían recomendable recomendar la visita a un especialista. Por otra parte, también las personas con enfermedad mental necesitan un acompañamiento espiritual que les ayude a crecer en su relación con Dios.