"... Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" son las palabras que, en el principio de la Cuaresma, nos dirigía el Señor a cada uno de nosotros. Sigamos viviendo la cuaresma para que los actos externos de penitencia sean reflejo de nuestra vida interior de preparación a la Semana Santa, y viendo el Señor nuestro secreto, nuestra renuncia al pecado, nos acerque a la santidad.
Nos acompaña en este camino hacia la santidad, la Virgen Santísima