La reflexión madura de la fe a la luz del Catecismo, que nos ofrece la formación básica para todo católico que quiera conocer a fondo su fe. El director de Radio María explica la doctrina contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica con ejemplos y aplicaciones para la vida diaria.
1438 (cont.)-1439: El ayuno y abstinencia en la vida de la Iglesia. La parábola del “hijo pródigo”: Seguimos explicando el n. 1438 (con el marginal 2043), concretando las normas actuales de la Iglesia sobre el ayuno y la abstinencia, y el espíritu con que se deben vivir esos y otros posibles gestos penitenciales. Y comenzamos el comentario al n. 1439 (con el marginal 545), que resume en la parábola que deberíamos llamar “del padre misericordioso” (Lc 15,11s) el proceso de la conversión.- Familia de Sta. Teresita (95).
1438 (cont.): Sentido de las prácticas penitenciales en la Cuaresma y otros momentos: Seguimos comentando el n. 1438 (con el marginal 540), profundizando, con la ayuda de una catequesis de S. Juan Pablo II (21-3-1979) y de la "Sacrosanctum Concilium" (n. 109-110) del Vaticano II, en el sentido del ayuno y las demás prácticas penitenciales, particularmente apropiadas para los viernes y el tiempo de Cuaresma.- Familia de Sta. Teresita (94).
1436-1438: Penitencia, Eucaristía y otras formas de culto: El n. 1436 (con el marginal 1394) nos recuerda que la conversión y penitencia encuentran su fuente y alimento en la Eucaristía: la fuente, porque en la Sta. Misa se hace presente el sacrificio de Cristo que nos reconcilió con Dios; el alimento, porque la Comunión perdona las faltas veniales y preserva de pecados mortales. El n. 1437 nos habla de diversos actos de piedad (lectura de la Sgda. Escritura, Liturgia de las Horas, Padrenuestro, etc.) que reavivan el espíritu de conversión y contribuyen al perdón de los pecados. Y comenzamos el comentario del n. 1438, que nos habla de los tiempos especialmente penitenciales.- Familia de Sta. Teresita (93).
1435: Diversos gestos penitenciales en la vida ordinaria del cristiano: El n. 1435 nos enseña que seguir a Jesús tomando la cruz cada día es el camino más seguro de penitencia; en ese espíritu, nos recuerda algunos gestos concretos de conversión, como la atención a los pobres, la defensa de la justicia y el derecho, el reconocimiento de nuestros defectos, el examen de conciencia, la dirección espiritual, etc.- Familia de Sta. Teresita (92).
1434: Formas de penitencia en la vida cristiana: El n. 1434 (con el marginal 1969) comienza la exposición de diversas formas de expresión externa de la penitencia interior del cristiano. Además del Bautismo y el martirio, la Escritura y los Santos Padres insisten en la oración, limosna y ayuno, que expresan actitudes fundamentales: ser de Dios, ser para los demás y no ser de mí mismo. En este contexto, exponemos el sentido de la templanza y la penitencia corporal.- Familia de Sta. Teresita (91).
1433: La acción del Espíritu Santo en la conversión: El n. 1433 (con los marginales 729, 692 y 1848) expone cómo el Espíritu Santo, que se comunica a los hombres como fruto de la Redención, “deja convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena” (Jn 16,8), texto que explicamos con la encíclica "Dominum et Vivificantem" (n. 27) de S. Juan Pablo II. El Espíritu hace ver al hombre su pecado, pero a la vez es el Consolador que le da la gracia del arrepentimiento y la confianza en la misericordia divina.- Familia de Sta. Teresita (90).
1432: La conversión, obra de la gracia de Dios: El n. 1432 (con el marginal 1989) recuerda que el corazón del hombre está endurecido, por lo que la conversión es primeramente obra del Señor, que quiere darnos un corazón nuevo, una gracia que debemos pedir. También nos enseña que el corazón humano se convierte ante todo al descubrir el amor de Dios y contemplar a Aquel que nuestros pecados traspasaron.- Familia de Sta. Teresita (89).
1431: Actitudes esenciales de la penitencia interior: El n. 1431 (con los marginales 1451 y 368) explica que la penitencia interior es una reorientación radical de toda la vida, que implica un arrepentimiento y dolor por el mal cometido en el pasado a la vez que la resolución de cambiar de vida en el futuro confiados en la misericordia divina y la ayuda de su gracia.- Familia de Sta. Teresita (88).
1430: Conversión del corazón, penitencia interior y exterior: El n. 1430 (con el marginal 1098) nos recuerda que la llamada de Jesús a la conversión se dirige ante todo al corazón del hombre, y así tiene sentido la expresión de ese arrepentimiento interior en obras de penitencia exterior.- La Cuaresma y Miércoles de Ceniza.
1429: Dimensión personal y comunitaria de la segunda conversión: Seguimos comentando el n. 1429, que nos habla de la mirada misericordiosa de Jesús a S. Pedro tras sus negaciones, pero también de la llamada a la conversión comunitaria de la Iglesia, que vemos ejemplificada en los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis. Finalmente, introducimos el siguiente apartado del Catecismo sobre la penitencia interior sintetizando los términos e ideas de la Sgda. Escritura relativos al pecado, ritos penitenciales y sacrificios expiatorios.- Familia de Sta. Teresita (87).
1428-1429: Llamada a la segunda conversión de los cristianos: El n. 1428 (con los marginales 1036, 853 y 1996) nos habla de la necesidad de conversión constante en nuestra vida, un esfuerzo que solo podemos realizar con la gracia de Dios, para responder al amor misericordioso divino. El n. 1429 nos pone de ejemplo de segunda conversión la de S. Pedro tras sus negaciones.- Familia de Sta. Teresita (86).
1427: Llamada a la primera conversión y Bautismo: El n. 1427 (con los marginales 541 y 1226) nos recuerda la llamada a la conversión que hacía Jesús al inicio de su vida pública, y que sigue haciendo la Iglesia desde el primer discurso de S. Pedro en Pentecostés; una predicación que se dirige en primer lugar a los que no creen en Cristo, a la cual se responde con la fe y el Bautismo, que otorga la vida nueva de la gracia y la remisión de todos los pecados.- Familia de Sta. Teresita (85).
1426-1427: Debilidad, concupiscencia y conversión: El n. 1426 (con los marginales 405 y 1264) nos explica que la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprime la fragilidad de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado o concupiscencia, que permanece en los bautizados para que sirva como ocasión de maduración en la lucha por la conversión y la santidad. Y comenzamos el comentario al n. 1427, sobre la llamada que hacía Jesús a la conversión.
- Familia de Sta. Teresita (84).
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1425: Bautismo y perdón de los pecados: El n. 1425 (con los marginales 1263 y 2838) nos recuerda la grandeza del don de Dios recibido en los sacramentos de iniciación, y cómo el Bautismo perdona todos los pecados; pero también nos enseña que, aun después de recibir esos sacramentos, seguimos cometiendo pecados por los que Jesús nos enseñó a pedir perdón en el Padrenuestro.- Familia de Sta. Teresita (83).
1424 (cont.): Nombres de este sacramento: seguimos comentando el n. 1424 (con los marginales 1449 y1442), que expone otros dos nombres: sacramento del perdón y de reconciliación. Añadimos otros nombres que se han dado a este sacramento en la historia: bautismo laborioso, bautismo iterable, etc.- Familia de Sta. Teresita (82).
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