Hoy repasamos la meditación del 9 de marzo de 1938, de la sección "Dios y mi alma", y titulada "Te ofrezco, Señora, mi voluntad", en la que el hermano Rafael nos habla del ofrecimiento que hace de todo en reparación por el tiempo perdido en la universidad cuando era estudiante, para reparar por tantos pecados. También nos habla en la carta de la humildad y la paciencia, y de la necesidad que él tenía en la vida monástica, y que tenemos todos en nuestra vida. Asimismo nos relata los momentos de estrés en sus estudios de latín junto a los niños.
En la segunda parte y, también, con fecha 9 de marzo de 1938 dedica una estampa al P. Damián Yáñez Neira, sacerdote que estaba en el frente de la guerra civil, para que le bendiga y le proteja. Leeremos y trataremos, también, la meditación de fecha 13 de marzo de 1938 y titulada “Señor, que duro es vivir”, sobre lo que tarda en llegar el encuentro con Dios, y que todo le cansa si no es Dios
Hoy comentamos la meditación de fecha 5 de febrero de 1938, de la sección "Dios y mi alma" y titulada "Que bueno eres, Señor, y cuanto me quieres". ¡Como pasan los días y que poco nos damos cuenta! Deberíamos pensar en lo que estamos haciendo con nuestra vida y cuanto nos ama Dios. Dios me ha traído a la Trapa, dice el Hno. Rafael, a enseñarme a amarle, aunque sea a base de sufrimientos y penitencias, pelando nabos, envolviendo pastillas de chocolate, que son obsequios al amor de Dios
En la segunda parte leeremos la meditación del 12 de Febrero de 1938, de la misma sección, Dios y mi alma, y de título "El mayor consuelo es no tener ninguno". Consuelo de todo lo que es hacer lo que Dios quiere, antes me hacían sufrir, ahora me dan igual. ¡Que hermosa profesión haré el día de mi muerte! Solo Dios, solo Dios, solo Dios.
Terminamos con la oración del Hno. Rafael “La verdadera felicidad es amor a Dios”
Continuamos con la lectura de la meditación de fecha 16 de diciembre de 1937, que ya comenzamos la semana pasada, y que complementaremos con la lectura de unas cuantas notas a pie de página de la misma. Indica en su escrito, el Hno. Rafael, que su vocación, la vocación trapense, es la obediencia ciega a la Voluntad de Dios, espíritu humilde de sacrificio. “Sólo Dios, sólo Dios”, ideas que repetirá en numerosas ocasiones.
En la segunda parte del programa seguiremos con la lectura de las notas a pie de página sobre la vida, enfermedad y espiritualidad de San Rafael Arnaiz. Veremos que entrará en la Trapa, pero que entra en la enfermería a sufrir, que entra como oblato, pero unido del todo a la Cruz de Cristo, con clave de Resurrección, pero siempre poniéndose en manos de la Virgen.
Hoy repasamos la meditación del 9 de marzo de 1938, de la sección "Dios y mi alma", y titulada "Te ofrezco, Señora, mi voluntad", en la que el hermano Rafael nos habla del ofrecimiento que hace de todo en reparación por el tiempo perdido en la universidad cuando era estudiante, para reparar por tantos pecados. También nos habla en la carta de la humildad y la paciencia, y de la necesidad que él tenía en la vida monástica, y que tenemos todos en nuestra vida. Asimismo nos relata los momentos de estrés en sus estudios de latín junto a los niños.
En la segunda parte y, también, con fecha 9 de marzo de 1938 dedica una estampa al P. Damián Yáñez Neira, sacerdote que estaba en el frente de la guerra civil, para que le bendiga y le proteja. Leeremos y trataremos, también, la meditación de fecha 13 de marzo de 1938 y titulada “Señor, que duro es vivir”, sobre lo que tarda en llegar el encuentro con Dios, y que todo le cansa si no es Dios
Hoy comentamos la meditación de fecha 5 de febrero de 1938, de la sección "Dios y mi alma" y titulada "Que bueno eres, Señor, y cuanto me quieres". ¡Como pasan los días y que poco nos damos cuenta! Deberíamos pensar en lo que estamos haciendo con nuestra vida y cuanto nos ama Dios. Dios me ha traído a la Trapa, dice el Hno. Rafael, a enseñarme a amarle, aunque sea a base de sufrimientos y penitencias, pelando nabos, envolviendo pastillas de chocolate, que son obsequios al amor de Dios
En la segunda parte leeremos la meditación del 12 de Febrero de 1938, de la misma sección, Dios y mi alma, y de título "El mayor consuelo es no tener ninguno". Consuelo de todo lo que es hacer lo que Dios quiere, antes me hacían sufrir, ahora me dan igual. ¡Que hermosa profesión haré el día de mi muerte! Solo Dios, solo Dios, solo Dios.
Terminamos con la oración del Hno. Rafael “La verdadera felicidad es amor a Dios”
Continuamos con la lectura de la meditación de fecha 16 de diciembre de 1937, que ya comenzamos la semana pasada, y que complementaremos con la lectura de unas cuantas notas a pie de página de la misma. Indica en su escrito, el Hno. Rafael, que su vocación, la vocación trapense, es la obediencia ciega a la Voluntad de Dios, espíritu humilde de sacrificio. “Sólo Dios, sólo Dios”, ideas que repetirá en numerosas ocasiones.
En la segunda parte del programa seguiremos con la lectura de las notas a pie de página sobre la vida, enfermedad y espiritualidad de San Rafael Arnaiz. Veremos que entrará en la Trapa, pero que entra en la enfermería a sufrir, que entra como oblato, pero unido del todo a la Cruz de Cristo, con clave de Resurrección, pero siempre poniéndose en manos de la Virgen.