Nos cuenta el P. Alfonso la historia del pelícano que daba de comer a sus pollos con su propia sangre para que tengamos una imagen de Cristo, que se da a comer para que tengamos vida, la Vida Eterna
Seguimos compartiendo las vivencias de la JMJ de Madrid en 2011. Hoy, el P. Julian nos hablará de los 1.10 jovenes procedentes de Toulouse.
Escuchamos una reflexión del P. José Antonio Medina sobre el examen de conciencia.
Hoy se celebra la festividad de S. Juan María Vianney, el cura de Ars, patrono de los sacerdotes. Es de destacar el gran don de la predicación y de la confesión, pero al P. Guillermo lo que más le llama la atención de este santo es su humildad. Cuando se está muy cerca de Dios, y cuanto más cerca se está de de su Luz, más se ve nuestra maldad, pero no para vivir tristes, sino para afianzarnos en la confianza en el Amor y la Misericordia de Dios.
Reposición en que el P. José Antonio medina nos habla sobre todo a los mayores y a los enfermos. ¡Vivir vale la pena! Y también vale la pena ofrecer a Dios todos nuestros dolores y sufrimientos.
Se cumplen 10 años de la JMJ en Madrid, y el padre Julián nos irá narrando episodios que nos reuerden estas preciosas jornadas. Hoy nos cuenta el detalle de unos jóvenes franceses que fueron capaces de devolver el mal de algunos, con el bien, ese fue el ambiente vivido durante esos días en Madrid
El pueblo judio en el desierto no para de quejarse, tiene sed, tiene hambre, pero prefiere ser esclavo antes que perder la comodidad y la comida de Egipto, pero Dios sigue preocupado por su pueblo y les envía el maná. Hoy el Pan de Vida que nos da el Señor no es el maná, es El mismo, "Yo soy el Pan de Vida" nos dice Jesús, el que nos sostiene en nuestro día a día, el que nos saca de la esclavitud de vivir en pecado.
El cuento del P. Alfonso quiere reflejar el milagro de la multiplicación de los panes, y de como hay que compartir hasta lo poco que tengamos, como hizo el joven que le dió a Jesús sus cinco panes y dos peces. Durante los próximos domingos se nos hablará de la Eucaristí. Que deseemos siempre ese pan que el Padre nos regala en su Hijo, Jesus Eucaristía, el pan que nunca se acaba.
Ayer 29 de julio, se celebró por primera vez, y como regalo del papa Francisco, la festividad de los hermanos de Betania, Marta, María y Lázaro. Buena ocasión para intentar hacer de nuestras vidas pequeñas "betanias" en las que el Señor pudiera descansar, vivir tranquilo y a gusto mientras nos habla al corazón, como hacía con María.
"Sed perfectos como el Padre de los cielos es perfecto", nos dice Jesús. Sed perfectos como el Padre, que amó tanto al mundo que entregó a su Hijo para salvarlo. Entonces, ¿cómo puedo seguir viviendo en la mediocridad y la rutina? Tengamos hambre y sed de Justicia, como también nos dice Cristo, hambre para acercarnos a las altas cumbres de la santidad.
La gran noticia en estos día es deportiva, son los Juegos Olímpicos, y el P. Guillermo recuerda la carta de S. Pablo a los corintios en que les dice "¿No sabéis que en el estadio muchos corren, pero solo uno gana?" El Señor no es así, lo que quiere es que corramos, aunque no ganemos, porque Él ve en los corazones y ve el esfuerzo, la entrega, el deseo de alcanzar la meta que es El mismo. Levantemos la mirada a Cristo y corramos fijos los ojos en el que vencio muriendo en la cruz, porque, en definitiva, Él es trofeo a conseguir.
El P. José Antonio nos recuerda el hecho acaecido en 1922 en que nueve mineros quedarón encerrados por un desprendimiento. Ocho eran incredulos, pero el único cristiano les animo a confiar en Dios, aunque no tuvieran ni agua, ni alimentos durante ocho días. Por fin fueron rescatados, y el espectaculo fue precioso, los ocho ateos se arrodillaron ante el creyente por la esperanza que les había transmitido, e hicieron una real profesión de Fe. Hoy en día no suele pasar así. Cuando llega la tribulación y el sufrimiento protestamos, renegamos, pero no nos apoyamos en la fe en Dios. Por el dolor se puede llegar a la fe, y por la cruz a la luz.
Hoy, 26 de julio, la iglesia celebra la 1ª jornada mundial de los abuelos y ancianos, coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de nuestro Señor. El papa Francisco ha observado el dolor de nuestros anciones durante esta pandemia, y ha instaurado esta jornada en el cuarto domingo del mes de Julio. El P. Julián nos recuerda que los jóvenes deben tener raices, porque sólo alguien sabe de donde viene, y que reconoce y asume la sabiduría de sus mayores puede tener las alas que le lleven a construir la sociedad de justicia, la paz y el amor.
En este domindo, en España se celebra la festividad de nuestro patrón, Santiago el mayor, y el evangelio nos relata como una madre pide por sus hijos, pero lo que pide es poder y gloria. Los demás apóstoles sienten envidia, porque en el fondo también desean lo mismo. Cristo les cambia el mensaje: "El que quiera ser el primero entre vosotros, sea vuestro servidor..." Entendamos la vida como la vivió el Señor, dandonos por los demás, y sdeamos audaces en la predicación de la fe que nos dejé el apostol
En esta ocasión, el P. Alfonso nos cuenta la historia de un monje al que el abad del monasterio quiso preparar para que fuese por toda la monarca a predicar. Lo mando a aprender de los más sabios, a trabajar el campo con los campesinos, a cuidar y a aconsejar desvalidos que acudiesen al monasterio en busca de consejo. Por último lo envió con unos titiriteros a que aprendiese a ver el mundo, pero solo cuando después de una epidemia de peste en la comarca el joven monje regreso al monasterio enfermo y agotado después de cuidar a enfermos y moribundos fue cuando el abad considero que ya estaba listo, porque ya se había convertido en el evangelio vivo capaz de reflejar con su vida la de Jesucristo
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