Contenidos sobre Espiritualidad

El objetivo de RM es ayudar a las personas a encontrar el sentido de la vida, la felicidad y la salvación eterna en el Evangelio de Jesucristo, que anuncia la Iglesia Católica: «Convertíos y creed en el evangelio» (Mc 1,15). Por ello, RM llama a los hombres a la conversión, para que puedan caminar a la luz de la fe y vivir en paz, alegría y esperanza como hijos de Dios y de la Virgen María. Entre otros programas, los de espiritualidad nos ayudarán a vivir más en profundidad nuestra fe y adentrarnos en lo que muchas veces nos parece imposible.

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Una luz en tu vida (P. Guillermo Fernández) 13/03/24

Una luz en tu vida (P. Guillermo Fernández) 13/03/24

Nos cuenta el P. Guillermo una anecdota ocurrida en un pais de misión. El misionero que se la contó le dijo que en una ocasión le encargaron una misa para que se muriese alguien. Este le explico que una misa era para todo lo contrario, y que a Dios hay que pedirle que se cumpla su voluntad y no cosas malas. Esto nos debe hacer reflexionar en las cosas que cada día le pedimos a Dios, ¿Le pedimos cosas conforme al Evangelio? ¿Le pedimos que cambie yo, o que cambie mi prójimo? Recordemos que la conversión empieza por uno mismo y no por los demás
Vida en Cristo 12/03/24

Vida en Cristo 12/03/24

"La confianza, y nada más que la confianza" (Sta. Teresita) (1): Comenzamos un nuevo bloque temático comentando la exhortación apostólica "C’est la confiance" del Papa Francisco sobre Sta. Teresa de Lisieux. Hoy vemos la introducción de este documento y algo de lo que han dicho los Papas sobre esta joven doctora de la Iglesia.
Una luz en tu vida (P. Valentín Aparicio) 12/03/24

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Repasando la Biblia vemos al profeta Jeremias que en un tiempo en que el pueblo de Israel está a punto de sucumbir al espiritu del mundo, el Señor pide al profeta que vaya y grite al pueblo de Israel que recuerde el tiempo en que era fiel como un novio enamorado. Algo así era nuestra vida, pero estamos siendo infieles al amor de Dios, y nos hemos alejado de la mano de Dios, cambiando a Dios por cosas fatuas que no valen nada. Volvamos, en esta cuaresma, al amor maravilloso de Dios