1370-1371: Presencia de la Virgen María, los santos y los difuntos en la celebración eucarística: El n. 1370 (con los marginales 956 y 969) nos enseña que a la ofrenda de Cristo se unen los miembros de la Iglesia que están ya en la gloria del cielo: María y todos los santos. Recordamos cómo Juan Pablo II afirmaba que “la Eucaristía es un resquicio del cielo que se abre sobre la tierra” ("Ecclesia de Eucharistia", 19). Por su parte, el n. 1371 indica que el sacrificio eucarístico se ofrece también por aquellos fieles difuntos que murieron en Cristo, pero no están aún plenamente purificados.- Luis Martin y Celia Guérin, padres de Sta. Teresita (43).