Terminaremos, hoy, la larga carta que el 20 de diciembre de 1935 escribía a su tía María, para a continuación continuar con el acostumbrado comentario, que esta vez será largo, también, porque queremos que el comentario sea detallado. Lo primero de todo es que el Hno. Rafael se esta dando cuenta que no es capaz de responder con amor a todo lo que Dios le está dando. Quizás es porque no está en el monasterio, y se encuentra descentrado porque su mundo está en La Trapa. Es la debilidad que tenemos los seres humanos, intentamos hacer una cosa bien, como decía S. Pablo, y hacemos lo contrario. Tenemos que amar la propia flaqueza porque es la señal de que nos conocemos y nos debemos humillar ante Dios, contando siempre con la ayuda de la Virgen María
Terminamos con la oración “Cerca del Sagrario”
Hoy leeremos una extensa carta de fecha 20 de diciembre de 1935, y dirigida a su tía María. En esta carta cuenta a su tía lo mal que corresponde a los regalos del Señor, que se cansa de la oración, que no sale de la Eucaristía sin sentir nada, pero entiende que debe vivir con sus flaquezas para aprender a ser humilde, porque es muy bonito hacer heroicidades cuando es un deseo propio, pero que mal se viven cuando es Voluntad de Dios. Mi amor a Dios, prosigue el Hno. Rafael en su carta a su tía, es tan pequeño, que me siento tan pequeño, tan nada, que no me entiendo, pero Dios si me entiende y me quiere a pesar de mi nada. Al final creemos, continua Rafael, que para ser santos necesitamos hacer muchas cosas, pero no es así, El Señor nos irá diciendo que sólo hay un camino, Dios mismo, amándole como podamos, de esta manera seremos santos por amor.
En la emisión de hoy leeremos la carta de17 de diciembre de 1935, que iba dirigida a su abuela materna Fernanda Torres. Le dice, a su abuela que esté segura que desde la Trapa va a pedir a la Virgen por todas las necesidades de su familia, y que luego se cumpla la Voluntad de Dios. Por otro lado, le dice a su abuela que su vocación se puede resumir en amar a Dios, y también, que no se preocupe por los días que le queden de vida porque comparados con la eternidad, a los dos les queda lo mismo, nada comparado con el infinito que es Dios. El comentario que podemos hacer, aunque la carta es corta, es importante, se trata, en primer lugar de lo que Rafael dice sobre “la comunión de los santos”, el rezar unos por otros, vivos o difuntos, por las intenciones de los demás, y no solo rezar, también el ofrecer sacrificios y las cruces por las intenciones propias y ajenas.
Por último, terminamos el programa con la oración de Rafael titulada “El Señor nos espera en el Sagrario”
Comenzamos hoy la lectura de la carta del 6 de diciembre de 1935, enviada a su tío Leopoldo, al que llama hermano Bernardo. En el comienzo de esta carta es interesante el párrafo en el que dice que la alegría del vivir para el trapense consiste en la esperanza cierta del morir. Toda nuestra ciencia consiste en esperar, se es feliz esperando y ofreciendo nuestras pequeñas o grandes cruces. Preciosa carta de la que vamos a hacer, en esta segunda parte, algunos comentarios. El tema clave es, como ya decíamos, el tema de la muerte, y más en esta época en que los hombres ya no se plantea la muerte, y cuando llega, es cuando nos planteamos si habrá algo después, por eso el planteamiento que hace el Hno. Rafael de que se es feliz esperando el encuentro con Dios y con su Santa Madre es algo que todos deberíamos tener muy presente. El pensar que somos extranjeros en la Tierra debería ser pura alegría, porque esta etapa en este mundo es una prueba.
Seguimos con el comentario que hacíamos de la carta del 15 de diciembre de 1935, dirigida a su tía María. Continuamos con el comentario sobre la lucha que tenía Rafael por tener que volver a la tarea del día día después de la comunión, y eso es faltar a la caridad, porque buscar el silencio de los demás, para que no me inoportunen en mi vida interior con sus ruidos, es falta de amor.
Sigue dando ánimos a su tía diciéndole que como templos del Espíritu Santo que somos, llevamos a Dios dentro, y somos como capillitas que tenemos que reparar y mantener. Hay una cosa que destacar de esta carta, la importancia de recibir al Señor. en la Eucaristía. Tenemos que recibir ese alimento para poder perseverar, y hagámoslo con cuidado y sin prisas. Valoremos la Comunión en todo lo que es.
Terminamos el programa con la oración “Delante del Sagrario” del propio Hno. Rafael.
Hoy vamos a comenzar la carta de fecha 15 de diciembre de 1935, y que va dirigida a su tía María. En esta carta habla del tiempo en que salió de la Trapa para incorporarse de nuevo al mundo, y de cómo pensó que ya no estaba amando a Dios como se debía, y como le estaba ocurriendo a su tía en la actualidad, pero eso no son más que pruebas que nos pone el Señor. Pensar que exclusivamente en el interior del monasterio y en silencio se puede amar a Dios es una tentación que hay que vencer. Se puede amar a Dios sin esconderse en La Trapa, porque a Dios siempre lo llevamos dentro, estemos donde estemos.
En la segunda parte haremos el comentario a la carta que hemos leído, sobre todo, de como Rafael va descubriendo el camino interior que va recorriendo para el encuentro con Dios. Que importante es el acompañamiento para las almas, la dirección espiritual que nos haga descubrir lo que Dios nos va diciendo y mostrando.
Terminamos el programa con la habitual oración del Hno. Rafael, en esta ocasión con la titulada “A Jesús, en el Sagrario, fui a contárselo todo”
Hoy, día de la Epifanía, continuamos con el comentario a la carta de 10 de Diciembre de 1935, que ya comenzamos en el pasado programa. Nos cuenta, Rafael, como es la Trapa con algún detalle que indica como se vive el amor dentro del monasterio. En la Trapa todo es humano y todo es ayudar con naturalidad. Todo es humano porque tenemos corazón, dice Rafael, y todo se debería hacer por amor. Incluso cuando se sufre, porque sufrir es estar cerca de la Cruz con Cristo.
De la segunda parte cabe comentar lo que dice sobre su salud, que nada le preocupa, y su ofrecimiento total dentro de la Trapa por los hombres. Le pide a su tía que también ella pida a Dios que acepte su ofrecimiento. Quiere ofrecerse, pero en silencio.
Acabamos hoy el programa con la oración de San Rafael Arnaiz titulada “Si vieras lo que eso le agrada a Jesús…”
Seguimos con la lectura de la carta del 7 de diciembre de 1935, comenzada en el programa anterior. En esta parte de la carta, el Hno. Rafael dice que esta loco porque llenaría la carta con dos palabras, Dios-Amor, y no es porque ande muy en Dios. Tiene una idea de lo que es andar en el Amor de Dios, pero aún no ha llegado a entenderlo. Vuelve a tocar el tema de la vuelta a La Trapa y de su enfermedad y de pasar por el mundo ofrecido al Señor para salvar almas.
En la segunda parte del programa comentaremos la carta leída. En estos días de Navidad debemos desear amar cada vez más a Dios, devolviendo algo del amor que Dios nos da, con la confianza total de su Providencia, aunque sin despreciar a los hombres.
Terminamos con la oración del Hno. Rafael titulada “El Señor estaba en el Sagrado olvidado de los hombres”.
Continuamos con el comentario de la carta de 7 de diciembre de 1935, comenzado en el programa anterior, y continuamos con el tema de la alegría y el de María Inmaculada en esta fecha. Para el Hno. Rafael este día especial es un día de Esperanza, como lo son todos los días si contamos con María, si amamos mucho a María. Con María, como intercesora ante su Hijo, podemos alcanzar la Santidad.
Otro tema importante es la unión de Rafael con los monjes de La Trapa, tanto que, aunque fuera del monasterio, intentará vivir esta fiesta como si dentro estuviese.
En la segunda parte leeremos la carta de 10 de diciembre de 1935, que va dirigida a su tía María. Es importante analizar el consejo de Rafael a su tía, le pide que solo le haga caso en lo amar cada día más a Jesús y a María, pero que en las demás indicaciones, no. Lo principal siempre es amar a Jesús, muchas veces en los hermanos que nos rodean.
Terminamos el programa con la oración del Hno. Rafael, esta vez con la titulada ”Mi oración es pedir por todos los hombres”
Comentaremos hoy la carta de fecha 5 de diciembre de 1935, dirigida a su tío Leopoldo. Es una breve carta en la que deja ver la falta de confianza de su tío, por las dificultades económicas, pero sobre todo dos cosas, la confianza de Rafael con su padre en cuanto a su partida a la Trapa, y que con caridad todo se soluciona.
Continuamos con una estampa dedicada a su tía María, la duquesa de Maqueda, también del 5 de diciembre. El Hno. Rafael le dice que, a pesar de las cruces, debemos seguir sin mirar más que a la Cruz de Cristo, con el corazón abrasado en el amor a Cristo.
Seguimos en la segunda parte con la carta de 7 de diciembre de 1935 a su tía María. Destacamos aquí la confianza de Rafael en Dios para todo. El buen Jesús nos cuidará en los momentos más difíciles, son pruebas que Él envía, y no debemos estar tristes por esas cosas, todo lo contrario, estemos alegres, y más en la víspera de la fiesta grande la Virgen, la Inmaculada.
Terminamos con la oración del Hno. Rafael titulada “Jesús oculto en el Sagrario”
Estamos en tiempo de Adviento, mismo tiempo en el que el Hno. Rafael escribe la carta que leeremos hoy, la de 4 de diciembre de 1935, y dirigida a su tía María, marquesa de Maqueda. En esta ocasión habla a su tía de la Virgen María; de escribir a Ella y sobre Ella, porque cuando esté en la Trapa no podrá escribir a la familia, pero si a la Virgen, si lo permite el padre abad. Habla también de los favores recibidos de la Virgen desde pequeño, y como no, de los favores espirituales, sobre todo de su vocación.
En esta carta da las gracias a su tía por los ánimos que le está dando en sus cartas, ahora que se encuentra tan solo, y le pide, también, que preparen el nacimiento de Jesús, que ya está próximo, y en este sentido habla también con Jesús pidiéndole que le deje vivir muy cerquita del pesebre en estos próximos días.
En la segunda parte comentaremos la carta leída anteriormente. Sobre todo cabe destacar el amor a la Virgen y la preparación del nacimiento de Jesús. La carta de hoy nos ayuda a plantearnos una serie de preguntas, ¿somos felices de verdad? ¿Colma nuestra vida esa felicidad? ¿Cómo amamos a María? ¿Cómo vivimos la Navidad?
Despedimos la emisión con la clásica oración del hermano Rafael, en esta ocasión con la titulada “Sólo Tú permaneces”
Continuamos, en el programa de hoy, con el comentario de la carta de 1 de diciembre de 1935, primer domingo de Adviento. En el programa anterior ya comenzamos el comentario de esta carta, pero hoy queremos destacar una cosa especialmente, la importancia de estar en el último lugar, muy pequeños, para poder encontrarnos con Dios, y hacerlo sin alegrarnos para no dejar al demonio que nos tiente con un poco de soberbia. No es sentir que estamos ahí, sino fiarnos de que Dios está con nosotros, amándonos, en ese último lugar. Pone un ejemplo, el hno. Rafael, hacernos como un granito de sal que se disuelva en el océano infinito del Amor de Dios.
Segunda parte del programa de hoy para seguir comentando la carta antes indicada. Ser humildes para dejarnos hacer por completo por Dios, tanto que solo le dejemos hablar a Él, porque lo importante no soy yo, sino lo que hace Dios en mí y por mí.
Como estamos empezando Adviento, el Hno. Rafael quiere prepararse para vivir de una manera especial el día 8 de diciembre, la festividad de la Inmaculada Concepción de María, y así se lo dice a su tía para hacer algo en común, como hacen con los tiempos de oración en que ambos procuran hacerla al unísono.
Nos introducimos, en esta segunda parte del programa, en el escrito del hermano Rafael titulado “Segundo semestre de 1935”. No se sabe cuándo lo escribió exactamente, pero son oraciones del oficio parvo a la Santísima Virgen María en que se pide su intercesión, por él y por todos los pecadores.
Por último leeremos la dedicatoria que hace a su madre en el oficio parvo, y de fecha 2 de diciembre de 1935. Dice el hermano, entre otras cosas, “Los que somos pequeños necesitamos purificar nuestras intenciones, y eso lo hace la Virgen, haciendo que nuestras humildes suplicas se presentes puras ante el Señor”
En el programa de hoy comenzamos la lectura de la carta de 1 de diciembre de 1935, y dirigida a su tía María, duquesa de Maqueda, en respuesta a una carta anterior de su tía. Cabe destacar las indicaciones que le hace a su tía sobre como vivir en “vida oculta” y conociendo la pequeñez de cada alma. Lo mejor es vivir sin pensar ni siquiera en la humildad de cada uno, sino seguir más adelante, sin detenernos en nada nuestro, buscando solo el Amor de Dios. Lo mejor es prescindir de nosotros mismos, para poder llegar hasta Él.
En la segunda parte del programa de hoy comentaremos la carta leída en la primera parte. Lo primero a destacar es la individualidad de cada alma, en la que solo Dios puede entrar y comprenderla. En el mundo cristiano cada hombre es diferente, y cada camino hacia Dios es personal y único.
Le dice el Hno. Rafael a su tía que su nada es su consuelo, su pequeñez es su alegría, porque así te ves más mimada por Dios. Esto es exactamente como el caminito espiritual de Sta. Teresa de Niño Jesús.
Terminamos con la oración habitual del hno. Rafael, en esta ocasión con la titulada “Al pie del Sagrario estamos todos unidos”
Seguimos conociendo al Hno. Rafael Arnaiz, y seguimos con el comentario de la carta de 27 de noviembre de 1935, y dirigida a su tía María, la duquesa de Maqueda. Hoy hablaremos de la añoranza por la vuelta a la Trapa, y en primer lugar debemos destacar unas palabras de S. Rafael: “¡Que bueno es tener siempre algo por lo que sufrir!”. A veces, la mayoría de ellas, no entendemos el motivo del sufrimiento, pero debemos entender que todos los hombres debemos unirnos a Cristo en la Cruz. El sufrimiento nos hace más humanos y entender a los que, a nuestro alrededor, sufren.
También nos habla Rafael de que la trapa y los conventos de clausura no son algo donde gente rara se encierre para no tener relación con el mundo, sino que son casas donde vivir con alegría a los pies de la Virgen, hablando de Dios siempre, amándole siempre a Él y a la familia, porque nuestro horizonte es el Señor, y todos los que sienten Su llamada se alegran de haber dejado el mundo para vivir la realidad de la vocación en un claustro.
Seguimos en la segunda parte comentando la carta indicada anteriormente. S. Rafael Arnaiz dice que el dolor de la renuncia quedará compensado por la alegría de poder entregar a Dios algo de lo que nos da. También nos habla de la importancia de tener un plan de vida para poder estar más recogido y no disipado como nos dice el mundo que actuemos. Que nos deje en paz el mundo, y vivamos mirando al Sagrario y hablando con Cristo.
Terminamos, como siempre, con la oración del Hno. Rafael, en esta ocasión con la titulada “Misa conventual”.
Comenzamos hoy el comentario a la larga carta de 27 de noviembre de 1935. Esta carta tiene tres grandes contenidos: El amor de Rafael a la Virgen María con la que cuenta para cualquier cosa que haga; la importancia del silencio en la Trapa y fuera de ella para escuchar a Dios; y como tercer contenido, el cansancio del mundo, el cansancio de tratar con las gentes, tanto que el único consuelo es el tiempo de oración a Dios, tanto delante del Sagrario como en la naturaleza. Como ejemplo de buscador de la hermosura de Dios nos pone a S. Juan de la Cruz.
Continuamos, en la segunda parte del programa, con el comentario de la carta. En esta parte es importante resaltar el deseo tremendo de amar a Dios en silencio, sin ruido, sin distracciones. El quiere volver al monasterio para estar siempre con Dios. Solo le sale, a la hora de escribir a su tía, hablar de Dios, porque Le tiene dentro de su corazón.
Lo último que comentamos es que el Hno. Rafael no sabe lo que le pasa, pero tiene una paz y una alegría inmensas que no puede ni contar. Terminamos orando con la oración “El Señor nos espera en el Sagrario".
Radio María se mantiene exclusivamente con las donaciones de sus oyentes. Ayúdenos a continuar esta obra de la Virgen con su donativo, por pequeño que sea.
Esta web utiliza cookies para fines analíticos y que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tienen que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
